...

Y me confío aún:
"No supe comprender nada entonces. Debí haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras. Me perfumaba y me iluminaba ¡No debí haber huido jamás! Debí haber adivinado su ternura, detrás de sus pobres astucias. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla"(...)

- Buenos días- dijo 
Era un jardín florido de rosas.
El principito las miró. Todas se parecían a su flor.
-¿Quienes sois?- les preguntó, estupefacto. 
-Somos rosas- Dijeron las rosas.
-¡Ah!- dijo el principito.
Y se sintió muy desdichado. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Y he aquí que había cinco mil, todas semejantes, en un solo jardín

"Se sentiría bien vejada si viera esto, se dijo; tosería enormemente y aparentaría morir para escapar al ridículo, Y yo tendría que aparentar cuidarla, pues, si no, para humillarme a mí también, se dejaría verdaderamente morir..."(...)

Luego el zorro agregó: 
-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto. 

El principito se fue a ver nuevamente a las rosas: 
-No sois en nada parecidas a mi rosa; no sois nada aún- les dijo (...)
-Sois bellas, pero estáis vacías- les dijo todavía- No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella las rosas cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.

Y volvió hacia el zorro:
-Adiós- dijo.
-Adiós- dijo el zorro- He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos. 

-Lo esencial es invisible a los ojos- repitió el principito, a fin de acordarse.

-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante. 

-El tiempo que perdí por mi rosa... - dijo el principito, a fin de acordarse. 
- Los hombres se han olvidado de esta verdad- dijo el zorro- Pero tu no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado.. 

El principito.-Antoine de Saint-Exupéry 

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