No me atormenta lo moral.
Las paredes de esta pecera no son de vidrio, no duelen al cuerpo cuando se las quiere derribar.
Somos como aquellos elefantes, que aun en toda su inmensidad siguen amarrados a una estaca diminuta, solo por el simple hecho de haber vivido así toda su vida.
¿A cuantos palos insignificantes te ataron a vos?
 El ser humano es y está más alla de los límites del bien y el mal.
Si hay una bandera que tenga que escoltar sería la de la libertad.
Respetar la propia libertad y la de los demás intento que sea, por lo menos, mi filosofia.
Creo en mis necesidades psiquicas y corporeas más que en cualquier otro profeta.
Quizas no pueda hacer mios los oceanos, pero puedo ver más alla y eso es un primer paso.



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