hermitaña

¿Hay algo que motive más al ser humano que aprender?
Todo el tiempo nuestra mente interpreta tratando de comprender todo lo que nos llega a través de la percepción. Desde que nacemos emprendemos esa búsqueda activa entre el medio que nos rodea y nuestro ser.
Atados al minutero del reloj, creemos que se puede entender rasgando a duras penas la superficie de lo real. El poder frenarnos aunque el tiempo corra es un arte difícil de manejar. Algo que va mucho más allá de lo que podemos alcanzar con los sentidos, por el contrario, es una libélula traviesa que de vez en cuando la conciencia amarra por la cola.

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