No conocian la profundidad, hasta que un día no dió para mas.- (*)
¿Mitad lleno o mitad vacío?. Tan perversa y milagrosa es la objetividad, que puede conducir a disfrutar lo mucho que queda o a perder lo poco que se posee; es casi tan perversa y milagrosa como el mismo vaso
Hola Eliana. Muy lindo lo que escribiste. Me sorprendio el hecho de que seas de Baradero. No te conozco, pero escribis lindo. Es todo tuyo no ?
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